Chupa un chups

Érase una vez la historia de identidad corporativa de Chupa Chups. ¿Siempre se llamó así? ¿Cómo evolucionó la marca? ¿Quién estuvo detrás de todo esto?

2/8/20232 min read

Un palito pegado a un caramelo, parece sencillo, ¿verdad? ... pues para ser tan fácil a nadie se lo ocurrió hasta 1958, ¿cómo te quedas?. Además, es una genialidad española, como la fregona, el submarino o el futbolín, no es por nada pero los inventos españoles siempre han tenido un toque diferencial por un motivo u otro.

Enric Bernat, su creador, decía que "comerse un chupa chups es como comerse los caramelos con tenedor". Resulta que este señor se dio cuenta de que cuando un niño se comía un caramelo podían ocurrir varias cosas (problemas del día a día en el siglo XX), el niño se sacaba el caramelo de la boca, se pringaba, se lo guardaba en el bolsillo para seguir luego con él, se atragantaba, en resumen, un incordio. Pues oye, ponle un palito a ese caramelo y te evitas todo eso pensaría, y acertó. He de decir que este hombre tenía un pasado muy vinculado al mundo del dulce, su abuelo y su padre tenían una fábrica de caramelos y bueno, imagino que vivir rodeado de dulces te puede empujar a darle una vuelta a evolucionarlos para vender más.

Solucionas una necesidad de la sociedad a través de una buena idea, lo tienes patentado, tienes una fabrica para producir de manera masiva, ¿y ahora?. Pues tendría que darle una capa de marketing, publicidad y comunicación. Tendría que darlo a conocer, pero no lo hizo bajo la marca Chupa Chups, en un principio el palito pegado a un caramelo se llamó "Gol". Un caramelo redondo con forma de balón de fútbol que entra en la boca del consumidor, a modo de portería, marcando de esa manera un gol. Bueno, como concepto no está mal pero no tuvo la aceptación que se esperaba, a mi personalmente tampoco me gusta. Es por ello que se buscaron otros nombres a través de agencias de publicidad y apareció "Chups", acompañado de una campaña publicitaria de radio con el siguiente mensaje: "¡Chupa un dulce caramelo, chupa, chupa, chupa Chups!"

Esta campaña de publicidad con su cancioncilla fue un éxito, tanto que la gente se acercaba a las tiendas a pedir un "chupa chups" en vez de un "chups". Dicho y hecho, la marca volvió a cambiar de nombre siguiendo la forma que el consumidor final lo llamaba. Esto sumado a una red de distribución compuesta por una flota de Seat 600 pintados con el nuevo logo de la marca fue un éxito a nivel nacional.

Y llegamos a 1969, Chupa Chups es un éxito de ventas y su propietario decide cambiar el logotipo de la marca. ¿Quién se encargó de esto? pues nada más y nada menos que Salvador Dalí. Este fuera de serie tardó tan solo una hora en hacer el nuevo diseño pero cobró una suma millonaria por el trabajo, una inversión que sin duda mereció la pena. Dalí dotó a Chupa Chups de un diseño exclusivo, original y potente. Este logotipo siguió evolucionando, incluso se fijaron en cómo era el logo de Coca Cola para mejorar la unificación de la tipografía.

El resto es historia, Chupa Chups se lanzó al mercado internacional, Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Latino América e incluso China. Existían conocidas series de televisión donde los protagonistas no paraban de comerse un Chupa Chups e incluso fue el primer caramelo consumido por un astronauta en el espacio y dar la vuelta a la Tierra. ¿Y qué decir de Johan Cryff para los aficionados al futbol?, ¿cuántos Chupa Chups se comería en un partido?

Sin duda una historia de éxito, de identidad de marca, de marketing y publicidad que se enseña en las universidades y que tiene curiosidades a su alrededor, una de mis marcas favoritas.